Canal DownTV VENEZUELA
El valor de la Resiliencia
Manejo de las emociones en tiempos de Coronavirus
María Susana Padrón de Grasso
Presidente de la Asociación Venezolana para el síndrome de Down

Al inicio del brote de coronavirus, la población comenzó a pasar por un momento de incertidumbre y dudas que poco a poco pueda afectar la salud mental de las personas; principalmente de quienes padecen ansiedad o que se encuentran en situaciones particulares, niños, ancianos y como es el caso de las personas con discapacidad.
El rumbo que viene tomando esta enfermedad que acecha a la población mundial genera naturalmente un sentimiento de incertidumbre y malestar en todos porque algunos aspectos de este virus aún no están claros, por lo que quedan muchas cuerdas por atar.
Por un lado todos nos sentimos bailando en la cuerda floja y por otro nos damos cuenta de la realidad de todos nosotros sentados en un polvorín. Se pueden tomar todas las disposiciones, lo que no nos excluye de estar en riesgo sino de minimizarlo.
El miedo y la ansiedad ante una enfermedad pueden ser abrumadores y generar emociones fuertes, y en la medida que seamos capaces de afrontarlas, tendrán un mayor o menor impacto en cada persona.
Cada persona maneja el estrés de una manera diferente y la forma en que responda a esta nueva circunstancia que sin duda ha cambiado la vida de todos dependerá de muchos factores: sus antecedentes y aspectos que la diferencian del resto de personas, de sus vivencias y de la comunidad en la que viven. tu vives.
Saber cómo lidiar con el estrés nos permitirá fortalecernos tanto a nosotros como a las personas importantes en tu vida y en tu comunidad.
En esta situación de encierro, es difícil pensar realmente en cómo ser agentes de apoyo para otros en condiciones más vulnerables como niños, personas con discapacidad y ancianos.
En consecuencia, habrá mucho que buscar para intentar sobrevivir emocionalmente al momento.
Comencemos por la resiliencia
Resiliencia no significa resignación. En tiempos de crisis como el que vivimos, la resiliencia es una capacidad que puede ayudar a las personas a afrontar los cambios que se avecinan de forma firme y anclada en la realidad.
La psicóloga Rocío Rivero, autora del libro ‘El sentido de la vida es una vida con sentido. Resilience ', nos lo cuenta y ofrece una serie de pautas para desarrollarlo en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus.
La vida nos enseña que nada es para siempre, que nuestros sueños no siempre se hacen realidad y que no podemos aferrarnos al pasado ni vivir añorando el futuro, por eso tenemos que adaptarnos a la realidad: al hoy y al momento. Sin embargo, debido a variables como las experiencias previas y su visión de la vida, cada persona percibe la realidad de forma diferente.
Cuando nos enfrentamos a una situación crítica como la actual, el primer mecanismo que se activa en nosotros es el afrontamiento, es decir, la capacidad que tenemos de asumir en el momento una situación que puede ser destructiva.
Mientras que el afrontamiento nos prepara para recibir el impacto inicial, la resiliencia nos equipa para adaptarnos y superar el evento crítico y transforma la situación en una fortaleza para el futuro. Por tanto, ser resiliente nos ayudará a evitar ciertos problemas psicológicos que pueden surgir de una situación adversa. Por tanto, la resiliencia es una capacidad; una cuestión de actitud y no todos los seres humanos desarrollan esta aptitud de la misma manera.
Being resilient, as I mentioned before, does not mean conformism; Resilience starts from a realistic point of view, from the confidence that the blow we received will not destabilize us if we confront it, assume it and use it to improve our lives. In conclusion: adapt to this new reality and "fight" it with determination to succeed.
This determination will make us emerge stronger and with more capacity in the face of other future events.
Resilience is therefore intelligence, seeking to somehow cope with the current situation in a less traumatic way and continue living, although obviously with concern because we must be realistic - and reality cannot be covered with a finger - and seek to be happy. If we manage to combine all these skills we will be training in resilience.
Resilience is not something that some have and others do not, quite the opposite; It is just that some people are more resilient than others and it is precisely for this reason that I leave here some reflections to try to develop our resilience capacity in the best possible way.
1. Aprende a reconocer y afrontar tus emociones, sé amable contigo mismo y permítete expresarlas Lo primero es aprender a reconocer las emociones y no huir de los problemas, sino afrontarlos y buscar soluciones, tomándote el tiempo necesario para descansar. , siendo consciente de lo que puede exigirse a sí mismo y cuándo debe detenerse. No podemos evitar encontrarnos con problemas o situaciones de crisis, al menos no siempre podemos hacerlo. Por tanto, debemos tomar estas situaciones como retos que surgen en la vida y que nos empujan a sacar lo mejor de nosotros mismos: ser más fuertes, pensar y actuar en consecuencia. Utilice cada experiencia que viva para crecer como persona.
2. Aceptar los cambios como algo normal en la vida Cuando nos encontramos en una situación difícil nos sentimos lejos de nuestras metas. Para volver a ellos, es necesario aceptar las circunstancias que no se pueden cambiar y empezar a trabajar en los aspectos que se pueden cambiar.
3. ¡Pies en el suelo! Metas alcanzables Una meta puede ser cualquier cosa que quieras hacer o conseguir y está muy relacionada con la motivación porque dependerá de si logramos o no nuestro propósito. Tener metas es extremadamente importante porque incluye la capacidad de comprometerse. Pero posiblemente, y por la situación actual, todos tengamos que replantearnos algunos de nuestros objetivos y adaptarlos a este momento.
4. Siempre en actitud positiva Son muchas las veces que pensamos en un tema que no podemos solucionar o nos imaginamos situaciones en las que las cosas irán de mal en peor. Cuando esto suceda, concéntrese en actividades que requieran mucha atención, como jugar al ajedrez o leer un libro sobre un tema sobre el que no tiene mucho conocimiento, pero que le parece interesante. El optimismo es la tendencia a esperar que el futuro traiga resultados favorables y es lo que nos ayuda a afrontar las dificultades con valentía, a descubrir lo positivo que tienen tanto las personas como las circunstancias.
5. No se aísle. El ser humano es una entidad biopsicosocial En momentos difíciles, los primeros en aparecer son nuestros amigos más cercanos y nuestra familia. Afortunadamente, tenemos medios tecnológicos con los que podemos conversar mirándonos a pesar de estar lejos, así que usemos estos medios para hablar, jugar, animarnos y animarnos, compartir experiencias.
6. Trabaje y cultive su autoestima La autoestima depende de hasta qué punto nos sentimos valorados, amados y aceptados por los demás y hasta qué punto nos valoramos, amamos y aceptamos a nosotros mismos. Toma conciencia de todo lo que has logrado hasta ahora y de todo lo que te queda por lograr.
Para ello, haz el ejercicio de marcarte metas, ejercicio físico y no descuides a tus amigos (tienes que encontrar tiempo para enviar un mensaje de vez en cuando a las personas con las que menos hablas, por ejemplo).
Ahora: ¿De qué manera podemos apoyar a niños y personas con discapacidad para quienes no es tan fácil adaptarse a cambios tan drásticos para hacer frente a este tipo de situaciones y sobre todo para aprender para la vida?
Cuando se habla de personas con discapacidad intelectual, muchos todavía lo ven como una situación en la que la persona tiene que solucionar absolutamente todo. Afortunadamente, las familias tenemos claro que este no es el caso. Se fomentan y se trabajan actitudes resilientes. Todos tenemos ciertos recursos que pueden ayudarnos a enfrentar la adversidad. Nuestra tarea cuando trabajamos con personas con discapacidad es descubrir en cada una los signos de resiliencia y los recursos que poseen, por débiles que parezcan.
Para las personas con discapacidad es vital ofrecerles todos los recursos a nuestro alcance para potenciar sus capacidades de adaptación y afrontamiento de situaciones y eventos en lugar de centrarse en lo que no les resulta fácil.
Promover la resiliencia es reconocer la fuerza más allá de la vulnerabilidad. Se trata de mejorar la calidad de vida de las personas a partir de sus propios significados, como perciben y afrontan el mundo.
Actitudes que posibilitan la promoción de la resiliencia
* Establecer relaciones interpersonales
* Descubrir y valorar los aspectos positivos de cada persona y aprender a aceptarnos con nuestros defectos y nuestras virtudes. Confíe en la capacidad de las personas para ser mejores de lo que son hoy.
* Ser empático, es decir, ser capaces de ponernos en el lugar del otro para comprender sus puntos de vista, sus actitudes y sus acciones.
* Nunca tolere actitudes de humillación, burla, devaluación, indiferencia; Estos afectan negativamente la imagen y la confianza que la persona tiene de sí misma.
* Predicar con el ejemplo, adoptando actitudes de respeto, solidaridad y comprensión.
* Teniendo en cuenta las necesidades, las dificultades y expectativas de cada persona son diferentes. * Estimular el desarrollo de la capacidad de escucha, expresión verbal y no verbal y comunicación en general.
* Utilice límites, conductas tranquilizadoras y observaciones verbales para ayudar a la persona.
* Desarrollar comportamientos consistentes que transmitan valores y normas, incluidos factores de resiliencia.
* Elogie los logros y comportamientos deseados.
* Corregir los errores con amor y comprensión, para no fomentar la angustia del rechazo ante la desaprobación.
* Fomentar la aceptación de la responsabilidad por los comportamientos y, al mismo tiempo, promover su confianza y optimismo sobre los resultados deseados.
* Estimular la creatividad y la imaginación.
* Permitir expresar honestamente sentimientos y emociones.
* Desarrollar relaciones con los demás a través de juegos gratuitos sin descuidar el establecimiento de reglas y límites.
Fuentes consultadas
www.guisdis.com
www.2.deloitte.com